En medio del ruido, el caos, los carros, los huecos y trancones del barrio El Salado, en sus alrededores se encuentra un lugar mágico y casi desconocido para muchos: “El Charquito”. Esta pequeña quebrada pública ofrece una experiencia de relajación inigualable, donde la naturaleza se manifiesta en todo su esplendor.
Al llegar a “El Charquito”, los visitantes son recibidos por aguas cristalinas que invitan a sumergirse y desconectarse del bullicio de la ciudad. En un entorno natural con árboles altos y frondosos que brindan sombra y frescura, creando un ambiente perfecto para disfrutar de un día de descanso y conexión con la naturaleza.
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Lo más especial de este lugar es su accesibilidad. A diferencia de muchos destinos naturales, “El Charquito” es un espacio público y gratuito, libre para todos aquellos que deseen explorar y disfrutar de sus beneficios naturales. Es un secreto bien guardado entre los lugareños y una joya para los amantes de la naturaleza que buscan escapar del ajetreo diario.
Pero, si los visitantes lo que quieren es una experiencia más privada y con comidita incluida, frente a “El Charquito”, se encuentra ubicado el hotel y pasadía Santorini: Naturaleza viva. Este lugar pronto volverá a abrir sus puertas al público. Promete con su remodelación llevar la experiencia a un nivel superior. Este espacio ofrecerá piscinas naturales diseñadas para aprovechar aún más del agua cristalina y refrescante, así como una oferta gastronómica en la que resaltarán los sabores locales y regionales.
Así que si estás en busca de un lugar donde relajarte y conectar con la naturaleza en Ibagué, “El Charquito” y su vecino “Santorini” son sin duda dos destinos que no te puedes perder.
Descubre la magia de este rincón escondido y prepárate para vivir momentos inolvidables con amigos y familia.
Sophia Morales
Periodista DiverGente
Sharik Millán
Periodista DiverGente